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El extraño caso de las lonas desaparecidas y la ineficacia administrativa

Como en una novela de misterio, hasta el momento nadie de la administración de la UACh se ha hecho responsable de la desaparición de nuestras lonas, impresas con propaganda en favor de nuestras demandas salariales, peticiones laborales y de cumplimiento de compromisos ya establecidos. El esfuerzo de nuestros compañeros de las comisión de Prensa y Propaganda se desvaneció como por arte magia, pues de un momento a otro, las lonas que adornaban las rejas de la barda perimetral y los árboles frente a la entrada principal desaparecieron al cabalístico conjuro del abracadabra.

 

Si fuéramos mal pensados creeríamos que algún funcionario menor, de esos que quieren quedar bien con el jefe (o jefa) a golpe de barbería y acciones rastreras, tomó la insana decisión de mandar quitar las lonas; también podríamos pensar que otro de esos mini funcionarios que abundan en nuestra institución pensó que sería buena idea tomarlas para cubrir su auto de las inclemencias del clima o para utilizarlas a manera de tejado para proteger su delicada piel de los rayos solares mientras echa la chela y come la carnita asada, panza al aire, en la azotehuela de su casa. Quién sabe, no tenemos pruebas contra nadie, son meras especulaciones al ardor del acto infame de latrocinio. Pero lo que sí es cierto, es que esto es un acto de intimidación y censura a la libertad de expresión, no sabemos si fue ordenado por alguien o por la mera iniciativa de un cerebro desocupado, al que le molestan nuestras demandas sindicales.

 

Hemos solicitado ya a la administración revisar las cámaras de seguridad y sabemos que es muy poco probable que recuperemos nuestro material de propaganda, pero de lo que sí estamos seguros es de que no callaremos, seguiremos cantando, gritando y manifestándonos con toda nuestra fuerza, esa que nos da el saber que vamos por el camino correcto: el de la justicia y la razón en defensa de nuestra Universidad.